La influencia de China en América Latina sigue creciendo, y Chile lo ha experimentado en varios sectores, especialmente en el energético. Según expertos, la expansión de China en este ámbito podría representar una amenaza para la seguridad nacional.
Según la revista internacional The Diplomat, las empresas chinas actualmente “controlan” cerca de dos tercios del sector energético de Chile. Estas cifras indican que el control del sector energético chileno está, en gran medida, en manos de China. Un experto destacó: “Este no es un sector cualquiera. China no concentra su interés en áreas menores, sino que enfoca sus esfuerzos en infraestructura clave de los países de la región.”
Durante años, el sector energético chileno estuvo compuesto por empresas nacionales e internacionales en un mercado competitivo. Sin embargo, la crisis financiera de 2008 y la pandemia del COVID-19 causaron inestabilidad financiera, obligando a varias empresas a endeudarse y, posteriormente, a vender sus activos. Con el apoyo de la iniciativa “La Franja y la Ruta”, las empresas estatales chinas adquirieron estas compañías a precios bajos.
Por ejemplo, en 2020, la State Grid Corporation of China compró el 97.3% de CGE por 3,000 millones de dólares, obteniendo control sobre la transmisión y distribución de energía en 11 de las 16 regiones de Chile. En 2018, China Southern Power Grid adquirió el 27.79% de Transelec, líder en transmisión de alta tensión, por 1,300 millones de dólares. En 2016, State Power Investment Corporation de China compró Pacific Hydro, propietaria de varias centrales hidroeléctricas en Chile, por 3,000 millones de dólares.
La mayor parte de la inversión extranjera directa de China en Chile se concentra en los sectores de energía y minería. Desde 2019, Beijing se ha convertido en el principal inversor en Chile, con un crecimiento acelerado en los últimos años.
Fuente: América Economía