La Cámara de Diputados de Chile aprobó este martes un proyecto de ley para reformar la actual Ley de Migración. Esta medida amplía significativamente las causales para la expulsión de inmigrantes extranjeros y endurece las sanciones contra aquellos que cometan delitos o infracciones, incluso si poseen permisos de residencia temporales o permanentes.
En adelante, quienes deseen residir o ya estén viviendo y haciendo negocios en Chile deberán cumplir con las normas y costumbres locales, actuar con honestidad y respetar las reglas para garantizar una estancia segura y un desarrollo estable.
La nueva Ley de Migración reformada incluye entre los casos de expulsión a inmigrantes implicados en violencia intrafamiliar, explotación sexual, homicidios por encargo, y posesión y uso ilegal de armas. Además, inmigrantes sancionados repetidamente por generar ruidos molestos, participar en riñas o operar de forma ilegal en la vía pública (como estacionamientos irregulares o explotación no autorizada de máquinas de juego) podrán ver revocados sus permisos de residencia por el Departamento Nacional de Migraciones, lo que podría derivar en su expulsión.
El proyecto también endurece las sanciones contra ingresos ilegales, especialmente para quienes organizan actividades de tráfico humano, imponiendo castigos más severos. A los inmigrantes que entren ilegalmente se les prohibirá arrendar viviendas y no podrán firmar contratos de arriendo en zonas urbanas. Los propietarios que incumplan estas normas también serán sancionados.
Adicionalmente, la reforma introduce nuevas restricciones de ingreso en el Código Penal chileno. Por ejemplo, se prohibirá la entrada a personas que hayan sido condenadas por violencia intrafamiliar, así como a quienes en los últimos diez años hayan sido condenados en el extranjero por delitos reconocidos como graves por la legislación chilena, o en los últimos cinco años por delitos considerados menores según la misma legislación.